Biblioteca y casa-museo de Menéndez Pelayo - Santander, Cantabria

Miguel del Corral Domínguez

Sitio emblemático de gran historia que se sitúa en el centro de Santander. Se trata de la Biblioteca y Casa-Museo del gran erudito santanderino don Marcelino Menéndez Pelayo, filólogo, crítico literario, historiador, escritor. Y maestro del padre de la Filología española, el coruñés Ramón Menéndez Pidal, su más aventajado discípulo. Indudablemente, una de las mentes más brillantes del ámbito humanístico español. Uno de los mejores intelectuales de nuestro país.

Este edificio fue erigido por el padre de Menéndez Pelayo y tras dejarlo el propio Marcelino, su célebre vástago, como legado al Ayuntamiento de la ciudad donando asimismo su impresionante biblioteca se procedió a su reforma respetando los perímetros de su ubicación.

La biblioteca me gustó mucho cuando la visité de adolescente, hace ya algunos años, con ese aire cautivador propio del estilo historicista montañés y que, evidentemente, resulta sugerente para cualquier bibliófilo amante de las letras y los libros.

Edificio de sobria elegancia en cuyos jardines se encuentra la estatua sedente del propio polígrafo Marcelino Menéndez Pelayo en la que, obviamente, me hice algunas fotografías.

Cuando la visité tenía unos horarios de visita establecidos y bastante restringidos, pero recuerdo que, en alguno de aquellos veraneos de adolescencia en la villa marinera de Suances, mi madre y yo madrugamos un día para acercarnos a Santander y conocer este lugar al que llevaba tiempo ir ya que, a pesar de nuestras múltiples estancias en la capital cántabra, nunca habíamos logrado visitarlo por dentro.

Como digo, me gustó mucho y creo que es un lugar interesante de los muchos que ofrece la bella ciudad de Santander, en este caso de índole cultural, pero que se puede conjugar en buen maridaje con otros dedicados al ocio y descanso sin olvidar los gastronómicos, deportivos, etc.

Desgraciadamente, por lo que tengo entendido, actualmente la Biblioteca Menéndez Pelayo permanece cerrada por reorganización del servicio y obras de rehabilitación de las instalaciones, pero debe de llevar así bastante tiempo, lo que es una verdadera pena y ha generado las lógicas críticas. Solo cabe esperar que sea abierta al público con la mayor brevedad posible y que esa rehabilitación redunde una mejora palmaria del lugar respetando su idiosincrasia, estilo y valor histórico pues se trata de un centro con gran calado histórico que hunde sus raíces en la generosidad de uno de nuestros mayores intelectuales y, sin duda, una acertada gestión de este sitio contribuiría a una mejor difusión de la vida y obra de don Marcelino y de su indeleble huella e importantísima impronta en la historia del pensamiento español.

Jaime G.

Sigue cerrada por reforma, sin fecha conocida de finalización y reapertura